Por: Ana María Campos
A partir del 30 de julio de 1975, todos los años, los universitarios realizan diversas actividades para conmemorar ese día. Aunque el 30 de julio no figura dentro de la legislación universitaria como una fecha a conmemorar, año con año, se realizan diferentes actividades para recordar el día en que los universitarios defendieron la autonomía universitario y desafiaron el poder militar.
Las formas de manifestar el sentimiento de la comunidad universitaria sobre los hechos que llenaron de luto la casa de Minerva son diversas. Tradicionalmente, todos los años, las diferentes asociaciones estudiantiles de la Universidad, acompañadas por autoridades universitarias, estudiantes, docentes y trabajadores marchan hacia el paso a dos niveles donde ocurrió la masacre.
La jornada comprende la realización de una vigilia, la cual incluye un acto ecuménico, así como un festival artístico en el que han participado diferentes agrupaciones nacionales y extrajeras.
En los últimos años, a este encuentro con la historia han asistido Los Guaraguao, Luis Enrique Mejía Godoy, Xolotl, Exceso de Equipaje y Yolocamba Ita, entre otros.
Para Roberto Cea, quien estuvo presente en la marcha del 30 de julio de 1975, este día así como de las intervenciones militares sufridas por la Universidad a lo largo de su historia, forman parte de la memoria histórica de la institución y de la identidad de los universitarios.
La tradicional marcha
Todos los años los estudiantes participan de forma activa en los preparativos de la tradicional marcha del 30 de julio. Cada asociación se responsabilizan de realizar sus respectivas mantas, pancartas o de trabajar en la logística de la vigilia.
“Nosotros empezamos a hacer pancartas. Los alumnos nos ayudan y participan en los actos o con su presencia. El trabajo se hace de forma conjunta, algunos se encargan de realizar las letras de las pancartas, otros las decoran o trabajan en la organización de los actos que se realizan durante la marcha”, afirma Ricardo Araujo, miembro de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Agronómicas, ASECAS.
“El sentimiento que genera ir a la marcha en primer lugar es recordar las luchas sociales e identificarnos como organizaciones que tienen tendencia izquierdista. Además de demostrar que a pesar de la represión que ha existido contra este tipo de organizaciones siempre se han mantenido en pie. A pesar de los años y de que las coyunturas cambian siempre hay que seguir manteniendo nuestra identidad”, afirma José Mauricio López, Secretario General de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería y Arquitectura.
Para Javier Díaz, Vicepresidente de la Asociación Juventud Odontológica Salvadoreña, JOS, “la marcha se realiza para rendir un tributo, en memoria al esfuerzo y entrega que tuvieron los compañeros universitarios que fallecieron en esa marcha. En ese momento fueron causas justas por las que se pelearon”.
A partir del 30 de julio de 1975, todos los años, los universitarios realizan diversas actividades para conmemorar ese día. Aunque el 30 de julio no figura dentro de la legislación universitaria como una fecha a conmemorar, año con año, se realizan diferentes actividades para recordar el día en que los universitarios defendieron la autonomía universitario y desafiaron el poder militar.
Las formas de manifestar el sentimiento de la comunidad universitaria sobre los hechos que llenaron de luto la casa de Minerva son diversas. Tradicionalmente, todos los años, las diferentes asociaciones estudiantiles de la Universidad, acompañadas por autoridades universitarias, estudiantes, docentes y trabajadores marchan hacia el paso a dos niveles donde ocurrió la masacre.
La jornada comprende la realización de una vigilia, la cual incluye un acto ecuménico, así como un festival artístico en el que han participado diferentes agrupaciones nacionales y extrajeras.
En los últimos años, a este encuentro con la historia han asistido Los Guaraguao, Luis Enrique Mejía Godoy, Xolotl, Exceso de Equipaje y Yolocamba Ita, entre otros.
Para Roberto Cea, quien estuvo presente en la marcha del 30 de julio de 1975, este día así como de las intervenciones militares sufridas por la Universidad a lo largo de su historia, forman parte de la memoria histórica de la institución y de la identidad de los universitarios.
La tradicional marcha
Todos los años los estudiantes participan de forma activa en los preparativos de la tradicional marcha del 30 de julio. Cada asociación se responsabilizan de realizar sus respectivas mantas, pancartas o de trabajar en la logística de la vigilia.
“Nosotros empezamos a hacer pancartas. Los alumnos nos ayudan y participan en los actos o con su presencia. El trabajo se hace de forma conjunta, algunos se encargan de realizar las letras de las pancartas, otros las decoran o trabajan en la organización de los actos que se realizan durante la marcha”, afirma Ricardo Araujo, miembro de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Agronómicas, ASECAS.
“El sentimiento que genera ir a la marcha en primer lugar es recordar las luchas sociales e identificarnos como organizaciones que tienen tendencia izquierdista. Además de demostrar que a pesar de la represión que ha existido contra este tipo de organizaciones siempre se han mantenido en pie. A pesar de los años y de que las coyunturas cambian siempre hay que seguir manteniendo nuestra identidad”, afirma José Mauricio López, Secretario General de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería y Arquitectura.
Para Javier Díaz, Vicepresidente de la Asociación Juventud Odontológica Salvadoreña, JOS, “la marcha se realiza para rendir un tributo, en memoria al esfuerzo y entrega que tuvieron los compañeros universitarios que fallecieron en esa marcha. En ese momento fueron causas justas por las que se pelearon”.