Por: Luis Alemán
La madera tiene rostros. En manos de los insipientes artistas de la Escuela de Artes, unos 14 troncos de cedro reflejan rostros con cánones simétricos de diferentes etnias. Los bustos aún no están terminados al cien por ciento, pero ya se sabe que trabajos serán los que se expondrán del 25 al 27 de octubre en el Museo Nacional de Antropología.
De más de 60 alumnos del taller de escultura de la Escuela de Artes, se escogieron 14 proyectos. El día 25, durante la inauguración, habrá una charla sobre la escultura, la brindará el Licenciado Ricardo Sorto, Director de la Escuela de Artes de la UES y mentor de los artistas en formación.
Entre el sonido armónico de cinceles, gubias, escofinas, lijas, mazos de madera, y el olor a madera trabajan unas seis horas semanales, por lo menos este es el caso de Carlos Cerritos, cuya obra, dice, no refleja un canon de una etnia específica, sino que trata de mostrar un híbrido de diferentes rostros. Diferente es el trabajo de sus demás compañeros, cincelando y lijando madera con perfiles romanos, vikingos, griegos, indígenas, por mencionar algunos.
Primeros pasos
El proceso para aprender a esculpir es gradual. Se trata primero de conocer las tres dimensiones: ancho, alto y profundo. Después conocer la parte anatómica.
Para comenzar a tallar la madera, los estudiantes miden su diámetro, ubican los puntos claves en cuanto a medidas y proporciones, luego los niveles de ojos nariz y mentón. Después de haber definido generalidades se comienzan el proceso. El punto clave son el mentón, la nariz y el ojo. Las orejas son las últimas por definir.
El siguiente ejercicio consistirá en hacer modelado de figuras humanas completas, que se sumarán a la exposición.
