Académicos de la UES dieron a conocer las actividades que realizarán junto con la asociación ASTRO.
Por: Luis Alemán
El 2009 se ha declarado por las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Astronomía, conmemorando la primera vez que Galileo Galilei observó las estrellas a través de un telecopio, un hecho sin precedentes hace 400 años.
Docentes de la Escuela de Física y miembros de la Asociación de la Asociación Salvadoreña de Astronomía (ASTRO) realizarán una serie de actividades que dieron a conocer el pasado 10 de octubre, entre estas se ha programado un concierto de música clásica, la presentación de carteles astronómicos en el museo Stephen Hawking, la donación de un planetario al museo Tin Marín y de un reloj de sol al Museo Nacional de Antropología (MUNA).
El concierto, denominado “A la luz de las estrellas”, será en el Museo de Arte Moderno (MARTE) el 3 de febrero de 2009.
A nivel mundial, las actividades del Año Internacional de la Astronomía serán coordinadas por la UNESCO bajo el lema “Un universo para que lo descubras”. 99 países y 14 organizaciones se han comprometido a tomar parte en las actividades encaminadas a fomentar en el mundo entero el interés por al astronomía y la ciencia.
Astronomía en la UES
En la UES no existe la carrera de Astronomía, sin embargo, el profesor Américo Mejía, de la Escuela de Física, dice que “a pesar que no la tenemos como una disciplina propia, al estudiante que tiene inquietudes en ese campo se le facilita, se le ayuda y si es posible se le busca becas para que vaya a estudiar al exterior”.
Ya hay estudiantes de la Escuela de Física de la UES que han incursionado en el tema de la astronomía, uno está en México, trabajando su tesis sobre estrellas próximas a morir antes de convertirse en nebulosas. Otra estudiante trabajó en determinar el tamaño de una galaxia en hidrógeno neutro.
“Cualquiera que mira por un telescopio queda maravillado”, dice el profesor Mejía, a pesar que en la Facultad de Ciencias Naturales y Matemática, a la que él pertence, solo tienen un telescopio de 12 pulgadas. También explica que gracias a la astronomía se han desarrollado instrumentos útiles en otros campos como la medicina, cita el láser y el escáner como ejemplo.
Los científicos de la UES volvieron su mirada hacia el cielo el 11 de julio de 1991, cuando éste se oscureció debido a un eclipse total de sol.
Pero se tienen datos del interés por la astronomía en la UES desde los 30, cuando el ingeniero Julio Mejía, uno de los primeros aficionados, hizo promoción de la ciencia observando y fotografiando las estrellas con su telescopio y publicando sobre el tema en periódicos locales.
Observando el cielo
La observación del cielo es tan antigua como el mismo ser humano, explican los científicos. Los Mayas, Mexicas o Egipcios observaban las estrellas desde una perspectiva religiosa y construían ciudades alineadas con movimientos estelares (Teotihuacan y Chichén Itzá, son ejemplos), en contraste con la perspectiva científica con que lo hizo Galileo hace 400 años a través de un telescopio, invento que se le atribuye a Hans Lippershey, un alemán fabricante de lentes, alrededor de 1808.
Los aztecas relacionaban a Quetzalcóatl (la serpiente emplumada) con Venus. Representa la dualidad de un animal que anda en el suelo y en el cielo. La profecía indica que esta estrella y los dos solsticios en donde se dice que Quetzalcóatl viene a la tierra dos veces al año a traer fertilidad y cosecha, sucederán hasta la segunda venida de Quetzalcóatl. También “hay un mito mexica donde Quetzalcóatl es el sol”, dice el antropólogo Jorge Colorado. Nahuas y mexicas poblaron el suelo cuzcatleco en el posclásico.
La perspectiva de Galileo “marca el inicio de la modernidad, derrotando el mito cristiano que se tenía sobre la pureza del cielo y comienza el desarrollo de la ciencia que conduce a la modernidad actual, a la revolución industrial y creación de estados laicos”, opina Jorge Colorado, miembro de ASTRO, una ONG fundada seis meses antes del eclipse de 1991, con el propósito de fomentar la astronomía popular, realizando actividades públicas para que cualquier persona se interese en la disciplina.
Colorado afirma que, a pesar del insipiente desarrollo de la astronomía en la región, El Salvador es pionero en la astronomía popular, aunque países como Honduras y Costa Rica tengan mejores equipos enclaustrados en algunas instituciones. “Tenemos un observatorio en San Juan Talpa, la libertad. Adquirimos un nuevo telescopio y estamos construyendo un laboratorio que será inaugurado el 30 de enero del 2009”.
Dentro de las actividades que se promocionarán en el país el próximo años está la instalación de un el telescopio en centros comerciales y zonas rurales, “incluso en pueblitos para que la gente del campo vea esto, que un campesino pueda ver por un telescopio…La diferencia entre la astronomía actual y la antigua es que la actual se basa en el método científico y la antigua en la mitología”, puntualiza Colorado.
El 2009 se ha declarado por las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Astronomía, conmemorando la primera vez que Galileo Galilei observó las estrellas a través de un telecopio, un hecho sin precedentes hace 400 años.
Docentes de la Escuela de Física y miembros de la Asociación de la Asociación Salvadoreña de Astronomía (ASTRO) realizarán una serie de actividades que dieron a conocer el pasado 10 de octubre, entre estas se ha programado un concierto de música clásica, la presentación de carteles astronómicos en el museo Stephen Hawking, la donación de un planetario al museo Tin Marín y de un reloj de sol al Museo Nacional de Antropología (MUNA).
El concierto, denominado “A la luz de las estrellas”, será en el Museo de Arte Moderno (MARTE) el 3 de febrero de 2009.
A nivel mundial, las actividades del Año Internacional de la Astronomía serán coordinadas por la UNESCO bajo el lema “Un universo para que lo descubras”. 99 países y 14 organizaciones se han comprometido a tomar parte en las actividades encaminadas a fomentar en el mundo entero el interés por al astronomía y la ciencia.
Astronomía en la UES
En la UES no existe la carrera de Astronomía, sin embargo, el profesor Américo Mejía, de la Escuela de Física, dice que “a pesar que no la tenemos como una disciplina propia, al estudiante que tiene inquietudes en ese campo se le facilita, se le ayuda y si es posible se le busca becas para que vaya a estudiar al exterior”.
Ya hay estudiantes de la Escuela de Física de la UES que han incursionado en el tema de la astronomía, uno está en México, trabajando su tesis sobre estrellas próximas a morir antes de convertirse en nebulosas. Otra estudiante trabajó en determinar el tamaño de una galaxia en hidrógeno neutro.
“Cualquiera que mira por un telescopio queda maravillado”, dice el profesor Mejía, a pesar que en la Facultad de Ciencias Naturales y Matemática, a la que él pertence, solo tienen un telescopio de 12 pulgadas. También explica que gracias a la astronomía se han desarrollado instrumentos útiles en otros campos como la medicina, cita el láser y el escáner como ejemplo.
Los científicos de la UES volvieron su mirada hacia el cielo el 11 de julio de 1991, cuando éste se oscureció debido a un eclipse total de sol.
Pero se tienen datos del interés por la astronomía en la UES desde los 30, cuando el ingeniero Julio Mejía, uno de los primeros aficionados, hizo promoción de la ciencia observando y fotografiando las estrellas con su telescopio y publicando sobre el tema en periódicos locales.
Observando el cielo
La observación del cielo es tan antigua como el mismo ser humano, explican los científicos. Los Mayas, Mexicas o Egipcios observaban las estrellas desde una perspectiva religiosa y construían ciudades alineadas con movimientos estelares (Teotihuacan y Chichén Itzá, son ejemplos), en contraste con la perspectiva científica con que lo hizo Galileo hace 400 años a través de un telescopio, invento que se le atribuye a Hans Lippershey, un alemán fabricante de lentes, alrededor de 1808.
Los aztecas relacionaban a Quetzalcóatl (la serpiente emplumada) con Venus. Representa la dualidad de un animal que anda en el suelo y en el cielo. La profecía indica que esta estrella y los dos solsticios en donde se dice que Quetzalcóatl viene a la tierra dos veces al año a traer fertilidad y cosecha, sucederán hasta la segunda venida de Quetzalcóatl. También “hay un mito mexica donde Quetzalcóatl es el sol”, dice el antropólogo Jorge Colorado. Nahuas y mexicas poblaron el suelo cuzcatleco en el posclásico.
La perspectiva de Galileo “marca el inicio de la modernidad, derrotando el mito cristiano que se tenía sobre la pureza del cielo y comienza el desarrollo de la ciencia que conduce a la modernidad actual, a la revolución industrial y creación de estados laicos”, opina Jorge Colorado, miembro de ASTRO, una ONG fundada seis meses antes del eclipse de 1991, con el propósito de fomentar la astronomía popular, realizando actividades públicas para que cualquier persona se interese en la disciplina.
Colorado afirma que, a pesar del insipiente desarrollo de la astronomía en la región, El Salvador es pionero en la astronomía popular, aunque países como Honduras y Costa Rica tengan mejores equipos enclaustrados en algunas instituciones. “Tenemos un observatorio en San Juan Talpa, la libertad. Adquirimos un nuevo telescopio y estamos construyendo un laboratorio que será inaugurado el 30 de enero del 2009”.
Dentro de las actividades que se promocionarán en el país el próximo años está la instalación de un el telescopio en centros comerciales y zonas rurales, “incluso en pueblitos para que la gente del campo vea esto, que un campesino pueda ver por un telescopio…La diferencia entre la astronomía actual y la antigua es que la actual se basa en el método científico y la antigua en la mitología”, puntualiza Colorado.