Por: Luis Alemán
Con la entrega de Diplomas a los participantes el pasado 9 de septiembre se clausuró la Cátedra Manalio Argueta, donde se estudió a uno de los autores salvadoreños más traducidos. Persa, hebreo, inglés, italiano, holandés, ruso, danés, francés y alemán son parte de los más de 20 idiomas en los que se pueden leer sus seis obras publicadas hasta el momento: El Valle de las hamacas (1968), Caperucita en la zona roja (1977), Un día en la vida (1980), Cuzcatlán donde vate la mar del sur (1986), Milagro de la Paz (1994) y Siglo de Ogro (1997).
Manlio Argueta asistió a la clausura acompañado de su hermana Antonia. Instó a los participantes a conocer otras realidades, habló de los avances de la ciencia, de su natal San Miguel y su admiración por Consuelo Suncín, la salvadoreña que “atravesó el océano” y se casó con Saint-Exupéry, creador de El Principito. En lo único que no profundizó fue en su militancia política, que entre otras cosas lo llevó a formar parte de la Generación Comprometida, conocer personalmente al Ché Guevara, a Cayetano Carpio y formarse en la ex Unión Soviética.
El facilitador del Diplomado y Director de la Editorial Universitaria, David Hernández, explicó parte del por qué del éxito de la novela de Argueta. “En primer lugar aborda la literatura de una formula muy sencilla que ya Tolstoi decía: escribe sobre tu aldea y serás universal. El escribe sobre las cosas bastante elementales de El Salvador y eso lo vuelve universal”.
Algunos de los reconocimientos de la novelística de Argueta son:
-Premio Centroamericano de Novela en 1969, otorgado por el Consejo Superior Universitario Centroamericano.
-Premio Casa de las Américas, en Cuba, 1976. García Márquez fue uno de los jurados en esa oportunidad, cuando se concede el premio a Caperucita en la zona roja.
-Un día en la vida ganó el Certamen Nacional de Novela convocado por la Universidad Católica de El Salvador en 1980. Clasificada entre las primeras cinco de las cien mejores novelas de la literatura universal.
Al igual que Julio Cortázar, afirma Manlio: “estuve rodeado de mujeres”, mientras habla de los personajes femeninos que protagonizan sus novelas. Su infancia fue en un hogar matriarcal, donde nace un 24 de noviembre de 1935 y crece rodeado de cuatro hermanas. Es ahí donde encuentra sus musas, explica.
El Doctor Hernández manifestó que este Diplomado es uno más de otros que pretenden darse en el marco de “rescatar los valores de la literatura nacional”. Se pretende en un futuro abrir cátedras sobre Masferrer, Claudia Lars, Salarrué y Pedro Geoffroy Rivas, entre otros. Las Cátedras comenzaron abordando a Roque Dalton el abril de este año.
Con la entrega de Diplomas a los participantes el pasado 9 de septiembre se clausuró la Cátedra Manalio Argueta, donde se estudió a uno de los autores salvadoreños más traducidos. Persa, hebreo, inglés, italiano, holandés, ruso, danés, francés y alemán son parte de los más de 20 idiomas en los que se pueden leer sus seis obras publicadas hasta el momento: El Valle de las hamacas (1968), Caperucita en la zona roja (1977), Un día en la vida (1980), Cuzcatlán donde vate la mar del sur (1986), Milagro de la Paz (1994) y Siglo de Ogro (1997).
Manlio Argueta asistió a la clausura acompañado de su hermana Antonia. Instó a los participantes a conocer otras realidades, habló de los avances de la ciencia, de su natal San Miguel y su admiración por Consuelo Suncín, la salvadoreña que “atravesó el océano” y se casó con Saint-Exupéry, creador de El Principito. En lo único que no profundizó fue en su militancia política, que entre otras cosas lo llevó a formar parte de la Generación Comprometida, conocer personalmente al Ché Guevara, a Cayetano Carpio y formarse en la ex Unión Soviética.
El facilitador del Diplomado y Director de la Editorial Universitaria, David Hernández, explicó parte del por qué del éxito de la novela de Argueta. “En primer lugar aborda la literatura de una formula muy sencilla que ya Tolstoi decía: escribe sobre tu aldea y serás universal. El escribe sobre las cosas bastante elementales de El Salvador y eso lo vuelve universal”.
Algunos de los reconocimientos de la novelística de Argueta son:
-Premio Centroamericano de Novela en 1969, otorgado por el Consejo Superior Universitario Centroamericano.
-Premio Casa de las Américas, en Cuba, 1976. García Márquez fue uno de los jurados en esa oportunidad, cuando se concede el premio a Caperucita en la zona roja.
-Un día en la vida ganó el Certamen Nacional de Novela convocado por la Universidad Católica de El Salvador en 1980. Clasificada entre las primeras cinco de las cien mejores novelas de la literatura universal.
Al igual que Julio Cortázar, afirma Manlio: “estuve rodeado de mujeres”, mientras habla de los personajes femeninos que protagonizan sus novelas. Su infancia fue en un hogar matriarcal, donde nace un 24 de noviembre de 1935 y crece rodeado de cuatro hermanas. Es ahí donde encuentra sus musas, explica.
El Doctor Hernández manifestó que este Diplomado es uno más de otros que pretenden darse en el marco de “rescatar los valores de la literatura nacional”. Se pretende en un futuro abrir cátedras sobre Masferrer, Claudia Lars, Salarrué y Pedro Geoffroy Rivas, entre otros. Las Cátedras comenzaron abordando a Roque Dalton el abril de este año.