Por: Luis Alemán
Docentes de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemática presentaron un aparato que funcionará como un sistema que alertará a la población cuando los niveles de lluvia excedan el límite de riesgo, y permitirá que las personas evacuen la zona afectada antes de una inundación.
Los profesores Tomás Caprin, David Escobar y Raúl Alvarenga, mostraron el “sistema de alerta temprana” en las instalaciones del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) el pasado 7 de mayo, ante miembros del Ministerio del Medio Ambiente, Protección Civil y cooperantes japoneses.
Medidor de lluvia
El invento, es a simple vista una caja de aproximadamente 30 centímetros de ancho, con tres focos de colores blanco amarillo y rojo, que se disparan, junto con una alarma, de acuerdo al nivel de lluvia que han captado a través de un embudo que traslada el agua lluvia a un recipiente que mide los umbrales de riesgo.
Cuando enciende el foco de color rojo y comienza el sonido de la alarma, se está alertando a la población para evacuar el lugar porque la lluvia ha llegado a un nivel que pone en riesgo la vida de las personas.
Inspiración humana
“El domingo 21 de octubre del año pasado cayó una gran tormenta, el siguiente día salió una foto en un periódico matutino que me partió el alma, ahí aparecían personas víctimas de las inundaciones y un perro sobre una piedra de moler”, dice el profesor Caprin.
Fue hasta entonces que el profesor Caprín hizo suya la idea que le había planteado el Licenciado David Enoc Escobar ese mismo año.
El Licenciado Escobar aclara que la idea de crear un aparato que mida la lluvia y alerte a la población no es nueva.
Pero lo que distingue al invento de estos universitarios de otros similares es su bajo costo. Aproximadamente 150 dólares costaría cada aparato.
El tiempo que se tardarán en producir cada uno es de una semana. El prototipo que se mostró fue el resultado de más tiempo, de ensayos y de intentar siete veces hasta el aparato que finalmente mostraron.
El profesor Caprin dice que las dificultades más grandes que tuvieron fue la falta en el mercado de materia prima sencilla y básica como focos de colores y otras partes de la caja que exportaron de Guatemala.
Cada aparato les lleva alrededor de una semana para construirlo, usando además materiales reciclados de computadoras descartadas que Caprin alberga en el laboratorio de electrónica, a su cargo.
El Licenciado Raúl Alvarenga explica que con una ligera modificación del aparato se puede monitorear los ríos, lagos y quebradas, “para poner alertar a la población de los desbordamientos de estos”.
En la reunión donde se presentó el invento también se habló de la posibilidad de distribuirlo a toda Centroamérica. De momento se construirán ocho aparatos que estarán ubicados en zonas vulnerables del país, para luego gestionar la construcción en serie.